Sobre mi

Un poco sobre mi

Hola! Soy Lidia Quintana, fisioterapeuta desde el año 2009 y directora de Lidia Quintana Fisioterapia desde 2012.

Soy mamá de Lía y Lucas, y en mis ratos libres me encanta coser, hacer scrapbooking y disfrutar de los juegos de mesa.

Cuando decidí ser fisioterapeuta no sabía que me apasionaría tanto ayudar a las personas, pero tras años de experiencia día a día compruebo como ese cariño y pasión hacia mi trabajo va en aumento; siempre he sido una persona generosa, competente y autoexigente consigo misma, cosas que en mi trabajo me han llevado a no conformarme y a querer más.

 

– Formación constante

Desde que terminé la carrera en 2009, no he parado de formarme para ofrecer lo mejor a mis pacientes. Me especialicé en técnicas como:

 

  • Punción seca y electropunción

  • Fibrólisis instrumental (ganchos)

  • ATM y neurodinámica

  • Drenaje linfático manual (método Vodder)

  • Fisioterapia respiratoria pediátrica

En 2024 finalicé el experto universitario en Neuromodulación no invasiva, y me especialicé en el tratamiento del sueño con el método 4SLEEPDRIVE.
Actualmente combino técnicas manuales con tecnología avanzada como Tecarterapia WINBACK y NESA® Xsignal.

 

Me dedico principalmente a la fisioterapia musculoesquelética, y trabajar manualmente es mi prioridad, combino diferentes técnicas manuales con la punción seca y electropunción, el tratamiento de la ATM (articulación temporo mandibular), la fibrólisis instrumental (ganchos) y ejercicio terapéutico. Desde hace algo más de un año trabajo con tecnología más avanzada como la presoterapia, la Tecarterapia WINBACK, y la Neuromodulación Nesa Xsignal ® a mis tratamientos, pudiendo abarcar síntomas como son la ansiedad y las alteraciones del Sueño.

 
Lo que destacaría de mi forma de trabajar es mi capacidad para escuchar a la personas y buscar el tratamiento más adecuado para abordar sus necesidades, mi forma de adaptarme a su sensibilidad y su tolerancia también han sido motivos por los que mis pacientes deciden venir a mi. El “miedo al dolor causado por la fisioterapia» desaparece cuando el fisioterapeuta se adapta y personaliza los tratamientos a cada uno.

 

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